Ucrania existe

Ha pasado más de un año desde la invasión y casi seis meses desde la reconquista por las fuerzas ucranianas de la ribera occidental del rio Dniéper en el frente sur. Desde entonces no ha habido mayor movimiento em el frente. Ninguna novedad, solo muertos. Nadie sabe cuántas decenas de miles. En los cielos ucranianos como presagio de las guerras del futuro, enjambres de drones suicidas rusos surtidos por Irán atacan ciudades cruzándose con drones antitanques ucranianos surtidos por Turquía, pero en tierra la supuesta obsoleta guerra de desgaste desde inmóviles trincheras retorna al presente.

Feretro cargado por soldados ucranianos en uniforme de combate entre banderas y flores.

En Rusia la crítica a Putin viene de su derecha, no contra la guerra sino de aquellos que recomiendan bombardear a los civiles con más intensidad. El oligarca Yevgeny Prigozhin financista del ejercito privado “Wagner” no oculta su deseo de remplazar un día a Putin, pero para no antagonizar a su amigo concentra su crítica en la oficialidad del ejército ruso. Estos a su vez, parecen limitarle municiones con la esperanza que los ucranianos aniquilen su molesto ejercito personal, nutrido en los últimos meses por criminales liberados de prisión a cambio de su alistamiento y que se vanagloria de ser el único ejercito ruso exitoso en combate,  a pesar de que tras ocho meses de esfuerzo aún no han podido tomar la insignificante ciudad de Bakhmut que contra las recomendaciones de occidente el ejercito ucraniano ha defendido para desangrar y desmoralizar al invasor, pero sufriendo también los ucranianos fuertes y penosas bajas. Quienes ayer eran panaderos, maestros, ingenieros, mecánicos y estudiantes, hoy se ausentan de sus hogares como soldados. Muchos no regresarán. Tampoco regresarán a sus hogares muchos de los 300,00 conscriptos rusos recientes, mitad de los cuales fueron adicionados por Rusia al ejército invasor con muy poco entrenamiento. Una guerra tonta e innecesaria con niños ucranianos deportados a Rusia para ser “educados” como rusos.  Analistas e intelectuales debaten sobre la culpa, el sueño imperial de Rusia o de Putin o la osadía o ingenuidad de Ucrania u occidente al pensar que Ucrania era realmente libre de escoger su camino. Eso ya no importa,. La suerte está echada.

Esperando el momento

Dentro de unas semanas, tal vez dentro de unos días, o tal vez en un mes, el ejército de este país imperfecto de la revolución naranja contra la corrupción, nación de larga tradición, tensiones étnicas y solo treinta años de supuesta independencia turbulenta se jugará el todo por el todo. Saldrá de sus trincheras y asaltará al enemigo que quiere borrarlos del mapa.  Si fracasa, los tributarios de los países que apoyan su resistencia, ante la perspectiva de una guerra sin final, pedirán el recorte de los gastos sin los cuales ucrania no podrá resistir. Si el ejercito ucraniano nuevamente infringe otra derrota al ejercito ruso que nerviosamente desde sus resguardadas trincheras aguarda la contraofensiva, tendrá esperanza de mantener su lucha. Nuestro apoyo a este increíble pueblo es, lamentablemente, solo un apoyo moral, pero debe ser firme, su lucha no es diferente a la nuestra, solo más dolorosa. Gloria a Ucrania. Nuestro corazón está con su pueblo y sus soldados.

Enrique Maza Z. Guatemala, 30 de abril 2023.



 

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