Hace casi exactamente un año que el General ruso Sergey Surovikin, hoy caido en desgracia por su asociación con el ejercito privado “Wagner” inició la retirada de 20,000 tropas del lado occidental del rio Dniéper en el frente sur, cerca de Crimea, evitando así una bochornosa repetición de la desbandada ocurrida anteriormente en el frente norte. La retirada redujo en algo el largo frente de batalla permitiéndole a Rusia una mayor concentración defensiva de sus tropas. Desde entonces mucho ha sucedido pero los frentes han permanecido casi estáticos, salvo por la toma de la pequeña y poco importante ciudad de Bajmut (Bakhmut) por las tropas rusas en mayo de este año en una de las mayores batallas de la historia europea moderna -con estimados en marzo de 1,500 bajas rusas DIARIAS y unos 20,000 muertos en cinco meses. Al final la batalla llevó a la rebelión del ejercito privado “Wagner” en junio y el asesinato por el gobierno ruso de su líder Yevgeny Prigozhin el 23 de agosto.
La contraofensiva ucraniana
A principios de junio el e ejército ucraniano inició su contraofensiva. Las esperanzas iniciales de quebrar las defensas rusas en algún punto y avanzar rápidamente por sus flancos quedó atrás ante la realidad de la guerra moderna en general y la de Ucrania en particular. Los drones y satélites hacen imposible los ataques sorpresa. Un económico dron kamikaze puede eliminar un tanque. Un soldado a pie puede derribar un helicóptero e inclusive un avión supersónico. No hay una línea defensiva que unidades mecanizadas puedan rodear. Los campos minados tienen anchos de varios kilómetros, en algunos lugares hasta veinte, cubren todo el frente y las fuerzas rusas algo han aprendido de sus muchos errores iniciales y han mejorado. Las defensas antiaéreas de ambos bandos hacen muy riesgoso acercar sus pocos y caros aviones a las batallas. No es ni una guerra de movilidad con ataques relámpagos al estilo “Blitzkrieg,” ni una verdadera guerra de trincheras. Es una guerra de drones y sobre todo artillería de largo alcance y precisión en la cual los ucranianos han ido perfeccionando su propia táctica e impacientemente esperan la llegada de los prometidos aviones F-16.
Los frentes de batalla
Tras su retirada al este del rio Dniéper, las fuerzas rusas abandonaron cualquier intento serio de avanzar hacia el oeste y adoptaron una posición defensiva en los territorios ocupados, iniciando la fortificación de los frentes de batalla, sobre todo el minado antitanque. Cuando los ucranianos por fin, en junio de este año, tuvieron el armamento necesario para iniciar su contraofensiva, y probablemente aconsejados por “expertos” militares occidentales intentaron irrumpir a través de las líneas de defensa rusas utilizando una concentración de unidades mecanizadas, no les fue bien. El costo en vidas y vehículos infringido por la artillería y las minas rusas fue aleccionador. En esta guerra de drones, artillería de precisión y amplios campos minados no encajaban las tácticas de la segunda guerra mundial. Las fuerzas ucranianas, valorando la vida de sus soldados por sobre el avance rápido, desarrollaron sus propias tácticas. Grupos pequeños de seis o siete soldados y un vehículo, difíciles de detectar por ser pocos, equipados con visión nocturna superior a la rusa, se movilizan en la noche por los campos minados, retirando poco a poco estas para abrir paso a sus fuerzas. El avance es lento, pero preserva vidas.
El frente sur
A la fecha el frente de batalla y territorio ocupado es una media luna que apunta hacia el este con cuatro puntos de mayor actividad. En el frente sur, área de la provincia de Kherson ligeramente al oeste de Crimea, fuerzas ucranianas iniciaron el 7 o 8 de octubre un incremento de actividades y han cruzado el rio Dniéper en varios puntos, sin retirarse. La defensa rusa ha sido mayormente aérea y aún no es claro que tan importante y amplia ha sido la toma de porciones de la ribera oriental del rio, pero sin puentes en el área no se ve posibilidad de que las fuerzas ucranianas puedan llevar armamento pesado a la ribera oriental en esa área.
Más al este. aproximadamente ente Crimea y la ciudad de Mariupol, en el área de la provincia de Zaporizhzhia, siempre en el frente sur, está el punto principal de penetración ucraniana. Se dice que en julio Ucrania desplazó el saldo total de sus reservas hacia este punto donde lentamente pero constantemente las fuerzas ucranianas han hido moldeando una brecha importante y sobrepasado las defensas de la primera “Línea Surovikin” con la ventaja que desde ese punto pueden marchar hacia el sur sin tener que cruzar el rio Dniéper. Obviamente la esperanza es llegar a cortar el “puente terrestre” entre Rusia y Crimea, lo cual les requeriría tomar el cruce de carreteras de la ciudad de Melitopol (conocida como “la puerta a Crimea) al sur de Mariyupol. Esto no será posible en el corto plazo. Ya se acerca la época en la cual el terreno no es propicio ralentizando cualquier avance. Aunque al arreciar el invierno la tierra se congela y endurece permitiendo el movimiento de tanques y transporte de tropas fuera de las carreteras, será hasta el año entrante que el avance hacia el mar podría lograrse, caso la ayuda de occidente no se reduzca.
Más al norte: la batalla por Adviska
En adición a las acciones en los dos puntos del frente sur ya señalados, y aunque hay indicios de posibles ofensivas rusas futuras en el norte (como Kupiansk, a 380 km de frente sur) los combates principales fuera del sur se centran en dos puntos de la provincia (Oblast) de Donetsk en el extremo este de Ucrania, provincia ya anexada por Rusia a pesar de no haberla podido ocupar completamente.
El primer punto resulta de la contraofensiva ucraniana que intenta rodear y retomar la destruida ciudad de Bajmut, perdida a las fuerzas rusas, principalmente a las del desbandado ejército privado del asesinado Yevgeny Prigozhin tras las sangrientas batallas de hace un año. En el último mes las fuerzas rusas han reforzado ahí sus defensas e iniciado sus propias acciones ofensivas ralentizando o deteniendo el avance ucraniano de principios de octubre por el sur de la ciudad.
En la actualidad, sin embargo, los combates más importantes en el frente meridional se libran en un segundo punto, por la ciudad de Avdiivka, situada 91 Km al sur de Bajmut y al norte de la capital provincial. Ahí las fuerzas rusas han desatado una gran ofensiva directa con ocho batallones, tratando de romper los campos minados de la defensa ucraniana sin importarles al parecer sus bajas e importantes pérdidas materiales perdiendo ev sus oleadas de octubre al menos 197 vehículos blindados incluyendo 65 tanques. El empecinamiento de las diferentes brigadas rusas al repetir tácticas que ya les han resultado inefectivas (notablemente en la batalla por la cercana Vuhledar) seguramente es responsabilidad del General Valery Gerasimov, pero la decisión de tomar Avdiivka sin importar el costo corresponde al presidente Putin, quien desea poder presentar al menos una pequeña victoria territorial al electorado ruso en las elecciones presidenciales de marzo. Así en días recientes las fuerzas rusas han iniciado una tercera ola ofensiva para rodear y capturara Avdiivka, aunque sin llegar a la magnitud de las anteriores oleadas.
Tecnología y política
La noche del 24 al 25 de noviembre las fuerzas rusas efectuaron el mayor ataque con drones a la capital ucraniana desde el inicio de la invasión. Para el ataque utilizó un nuevo dron fabricado en Rusia a partir de los drones iranies, Shahed 131/136, que habían estado utilizando. Ucrania también enfrenta dificultades ante las mejoras rusas en la guerra electrónica, principalmente en las capacidades para bloquear el control de drones, pero aún no es claro si uno de los dos contendientes ha logrado superioridad en esta tecnología.
En el frente político, el 1 de noviembre en entrevista a The Economist” el comandante en jefe de las fuerzas militares ucranianas Valeri Zaluzhnyi declaró que la guerra evolucionaba a lo que el llamó “guerra posicional”, una versión moderna de la guerra de trincheras. Esto desató rumores de desacuerdo entre el y el presidente Zelenskyy sobre el resultado de la ofensiva, pero de su posterior ensayo “Guerra Posicional Moderna Y Como Ganarla“ se entiende que lo que el ve es que para evitar una guerra posicional se necesita que una de las partes produzca un avance tecnológico que la rompa, en el caso de Ucrania, posiblemente la recepción de los prometidos F-16. Estos aviones le permitirían a las fuerzas ucranianas retomar la movilidad. No parece que hubiera querido decir que la contraofensiva hubiera fracasado o terminado en un “empate” debido a una paridad de fuerzas, pero es casi lo mismo y los rumores de desacuerdos entre la presidencia ucraniana y el alto mando del ejército continúan.
En Rusia y desde prisión “por hacer declaraciones extremistas”, el coronel de inteligencia rusa Igor Girkin escribe también sobre la paridad de las fuerzas y anuncia su candidatura presidencial criticando a Putin por su resistencia a declarar una movilización general que permita obtener más tropas.
Lo peor podría estar por venir
En resumen, el fangoso terreno ucraniano por las lluvias y primeras nevadas y la semi paridad actual de las fuerzas inmovilizará los frentes. Salvo una improbable gran campaña invernal que más adelante aproveche el suelo congelado, no habrá, mayores ofensivas por ninguna de las dos fuerzas sino hasta la primavera. Lamentablemente el real pero reducido resultado de la contraofensiva ucraniana, la situación en Gaza y las elecciones en Estados Unidos pueden contribuir a la disminución del apoyo occidental a Ucrania forzándola a negociar con Putin una paz o cese al fuego desde una posición tremendamente desfavorable, pues Rusia además de que no le faltarán drones de Irán, ni proyectiles de artillería de Corea del Norte, puede resistir casi sola, pero Ucrania no. Esta será una Navidad triste para el pueblo ucraniano, la existencia de su nación está en juego y el tiempo parece favorecer a los invasores.
Diciembre 2023, Enrique Maza Z.
Nota:La información incluida en este artpiculo proviene de las publicaciones diarias del Instituto Para El Estudio De La Guerra ISW y de otras fuentes públicas.
